jueves, septiembre 15

- No deberías sentirte mal, no debería interesarte. ¿sabes por qué? estoy acostumbrada a que siempre sea así, estoy acostumbrada a que se base todo en una relación monótona y deprimente. No deberías acongojarte, no deberías lamentarle. ¿Por qué te sorprende? ¿Por qué ahora? ¿Es por qué finalmente te dije que no me interesa? ¿Es por qué tu idea, tu fin, tu meta era herirme? Ahora que ya no me afecta, ahora que soy invulnerable ¿Ya no te divierte? Hazlo de nuevo, veremos quien lo disfruta más. Podríamos apostar, quizás... Apuesto a que esta vez no lloro, apuesto a que esta vez no me enojaré por dos minutos y luego, después de tu muestra de desinterés absoluta, vuelva como un perro arrepentido a lamerte las botas. Apuesto a que esta vez tú serás el que me quiera de nuevo, apuesto a que esta vez te diré que no y tendrás que agarrar tus cosas y marcharte lejos, solo y triste porque esta vez te tocó perder.
No te hagas problema, ¡no te preocupes! estoy acostumbrada a que siempre me decepciones.
Y quedate tranquilo, porque decidí que hoy sería la última.

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