
No te vayas, siempre fuiste fuerte y saliste de todas. Viniste muy chiquitito a casa, tenías una patita lastimada y eras muy flaquito. Te escondías abajo del auto y te mirabamos. Papá te llevó al veterinario y te curaron la patita, en unos meses ya estabas caminando bien y estabas más gordito. Yo crecí con vos, con tu histeria.. tus ladridos y tu saliva. Y no me imagino el patio sin vos, o sin el ruido que haces cuando descubris algo para morder. Esta no puede ser la excepción. Tenes que estar bien, porque no quiero que te vayas.
Dale, fuerza Pilu. yo sé que vas a estar bien.
No hay comentarios:
Publicar un comentario